Cuando un niño muere de hambre en el mundo, él o ella han sido asesinados

Estas palabras tan contundentes con las que titulamos esta entrada han sido pronunciadas por Olivier de Schutter, relator especial de Naciones Unidas para el derecho a la alimentación, y tiempo atrás fueron dichas también por su antecesor en el cargo, Jean Ziegler, buscando incidir en la responsabilidad (no asumida) que tienen los Gobiernos con la hambruna.

Olivier ha estado hace poco en España (Palencia) y ha sido entrevistado por la prensa, nos han parecido muy interesantes tanto las preguntas como las respuestas por lo que os las ponemos a continuación:

P. Mil millones de personas en el mundo pasan hambre. ¿Hay suficiente comida para terminar con la hambruna o habría que producir más?

R.- Ahora mismo hay comida suficiente. La hambruna no es sólo una cuestión de que tengamos que producir más, sino de que esos productos estén bien repartidos y de que la gente tenga la capacidad adquisitiva para comprar los alimentos. Además, los ciudadanos de los países desarrollados tendrían que replantearse que ingieren demasiadas calorías.

P. Usted es un defensor firme de la agroecología (aplicación de una agricultura sostenible) para luchar contra la hambruna.

R. No es la fórmula mágica, pero sí que se ha comprobado que, de esta manera, sin depender de la tecnología moderna, la agricultura produce más. No hay que modernizar la agricultura imitando a las industrias. Además, la agroecología no depende de factores externos como el aumento del precio del petróleo.

P. El precio de los alimentos está en su punto más álgido y la producción de alimentos está concentrada en pocas manos, ¿cómo se puede parar?

R. Hay factores inevitables, como los climatológicos, y otros contra los que sí que podemos luchar, como aumentar la inversión en las pequeñas explotaciones, apoyar al pequeño agricultor, mejorar su protección social y reforzar las organizaciones campesinas. Además, no hay que ayudar tanto al que reside en la ciudad ofreciéndole productos baratos.

P. En la actualidad, ¿qué países presentan el peor panorama respecto a la hambruna?

R. Teniendo en cuenta el número de habitantes, destacaría India. Pero los países en más crisis son Haití, República Democrática del Congo, Somalia o Níger. El hecho de que la gente siga pasando hambre demuestra que los Objetivos del Milenio [ocho puntos planteados por Naciones Unidas para acabar con la pobreza en 2015] son un auténtico fiasco que se centran sólo en logros puramente estadísticos.

P. Usted ha sido muy crítico con el bloqueo de Israel a Gaza, que lógicamente influye en el derecho a la alimentación.

R. Es un problema muy serio e Israel está actuando con total impunidad; a otros Estados no se les permitiría.

Aunque la hambruna ha bajado por primera vez en 15 años seguimos teniendo una cifra demasiado alta de personas que pasan hambre, una cifra inaceptable, igual de inaceptable que nuestros representantes gubernamentales sigan mirando para otro lado cuando hay tantísimas personas que soportan este sufrimiento y pudiendo solucionarlo no se haga, desde aquí abogamos por exigir a nuestros gobernantes que se tomen en serio el problema del hambre y que les retiremos nuestro voto si no lo hacen.

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