Decálogo de propuestas para las políticas de cooperación internacional al desarrollo

La Coordinadora Andaluza de ONGD está entrevistándose con los principales partidos políticos que se presentan a las elecciones autonómicas del 25 de marzo con el objetivo de presentarles sus propuestas para las políticas de cooperación internacional al desarrollo de la Junta de Andalucía. Estas propuestas se concretan en el siguiente decálogo:

«Las ONGD, como representantes de una sociedad civil andaluza que ha expresado en múltiples ocasiones su solidaridad con otros pueblos, reafirmamos nuestro compromiso para luchar contra la pobreza y las desigualdad en todas partes, y por ello pedimos a todos los partidos políticos que reiteren su compromiso con la lucha contra la pobreza, con el desarrollo humano y con los Objetivos del Milenio, manteniendo sus compromisos de Ayuda Oficial al Desarrollo, sobre todo en un nivel de administración como el autonómico en la que la participación y vinculación de la sociedad civil con la cooperación al desarrollo es más cercana y directa:

1. Que ante el nuevo período político que se abre con estas elecciones reafirmen su compromiso con la cooperación al desarrollo andaluza como política pública que expresa la solidaridad de Andalucía con otros pueblos.

Un compromiso que no es un lujo para tiempos de bonanza, sino una necesidad imprescindible. Es una necesidad vital para millones de personas, es un imperativo ético y moral que responde a criterios de justicia, además de constituir un compromiso firmado y una obligación de los poderes públicos.

2. Una cooperación con la que la Comunidad Andaluza puede y debe compartir con otros pueblos nuestra experiencia de desarrollo, con la apuesta por los servicios públicos, la participación social, la construcción de democracia y los derechos humanos como elementos fundamentales de la misma.

3. La política de cooperación andaluza debe seguir basándose en el consenso entre los partidos políticos y el diálogo e interlocución permanente con la sociedad civil, representada a través de las ONGD.

4. En este sentido, debe reforzarse la apuesta por una gestión de la cooperación en la que exista un papel destacado para las ONGD, tanto en el diseño de políticas como en la ejecución de las mismas, como forma de mantener como ejes fundamentales de nuestra cooperación la lucha contra la pobreza y la construcción de ciudadanía.

En esta línea, sería prioritario consolidar los instrumentos de trabajo conjunto con las ONGD, porque constituyen el elemento vertebrador de la participación ciudadana.

5. La cooperación al desarrollo andaluza debe seguir apostando por sectores e instrumentos que se orienten hacia un modelo de desarrollo centrado en la lucha contra la pobreza. El sector de Servicios Sociales Básicos (salud, educación y capacitación de recursos humanos, vivienda, saneamiento, agua, y seguridad alimentaria), directamente relacionado con la consecución de los Objetivos del Milenio, debe ser suponer una parte importante de esa AOD, en ningún caso inferior al 30% de lo sectorialmente distribuible. Desde las ONGD entendemos que el trabajo en SSB debe hacerse desde el enfoque de promoción de la gestión pública de los mismos y de ejercicio de los derechos sociales por parte de todas las personas.

6. Se debe impulsar de manera significativa la educación para el desarrollo, como concreción de esa apuesta por la construcción de una ciudadanía solidaria, trabajando conjuntamente con las ONGD.

La educación para el desarrollo es la mejor herramienta para el apoyo y estímulo a la solidaridad, porque contribuye a la formación de una ciudadanía responsable y con conciencia crítica, que participa en la construcción de sociedades más democráticas y solidarias. Para impulsar de manera significativa la educación para el desarrollo, es necesario definir estrategias e instrumentos específicos de gestión y aumentar los fondos disponibles hasta el 10% del total de AOD.

7. Como expresión de ese compromiso solidario andaluz, el nuevo gobierno andaluz debería renovar su compromiso con alcanzar en el menor plazo posible el horizonte del 0’7% del presupuesto de la Comunidad Autónoma. Para ello, el nuevo Plan Director de Cooperación al Desarrollo debería recoger un nuevo calendario para su consecución, consensuado con los distintos agentes de cooperación. En cualquier caso, y en atención al contexto económico, consideramos prioritario que no se cierren las convocatorias de subvenciones, ni las líneas presupuestarias y que no se reduzcan en un porcentaje mayor a lo que se reduce el presupuesto total del gobierno.

8. Se debe mantener y fortalecer la capacidad de gestión de la política pública de cooperación. En ese sentido, la cooperación al desarrollo se debería mantener en un nivel adecuado de gestión político-administrativa. Asimismo consideramos que debe continuar la labor de la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional al Desarrollo como órgano de coordinación y homogeneización de todos los esfuerzos de la Comunidad Autónoma en materia de cooperación al desarrollo, dotada de los recursos económicos y humanos y de la agilidad de gestión adecuados a su función.

9. En aras de una cooperación descentralizada de más calidad e impacto, esta política pública debe ser transparente de cara a la ciudadanía y someterse al ejercicio de rendición de cuentas ante los órganos de consulta y control de la acción política (Consejo Andaluz de Cooperación, Parlamento Autonómico, etc.).

10. Impulsar medidas de lucha contra la crisis que se dirijan prioritariamente hacia los responsables y causantes de la misma mediante la creación de una tasa a las transacciones financieras, medidas fiscales que recaigan sobre quien más tiene y recortes que no actúen contra el gasto social y la economía productiva».

Visto en ASPA.

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