Amnistía Internacional acaba de sacar un informe donde explica y demuestra con cifras y datos como la situación en Irak no sólo es desesperante, sino peor que la que tenía antes de que «los tres figuras» de las Azores decidieran emprender esa guerra ilegal e injusta con falsos argumentos hace ya cinco años. Algunos datos significativos de ese informe son:
- Cuatro millones de personas desplazadas de sus hogares.
- Miles de casos contabilizados de torturas y malos tratos por las fuerzas de seguridad iraquíes y estadounidenses.
- Dos de cada tres iraquíes no tienen acceso a agua potable.
- Casi un tercio de la población (ocho millones de personas) necesita ayuda de emergencia para sobrevivir.
- Alrededor de 400.000 personas, casi todas civiles, han muerto, y un número incontable han quedado mutiladas.
- Comunidades que antes vivían en relativa armonía se han visto arrojadas a un conflicto declarado.
- Las condiciones de muchas mujeres, ahora en peligro a causa del integrismo religioso, se han deteriorado respecto a la época de Sadam Husein.
- Los juicios son sistemáticamente injustos, con condenas basadas en declaraciones presuntamente obtenidas mediante tortura, y centenares de personas han sido condenadas a muerte.
- Hay atentados a diario (el último con 40 muertos).
Después de los escalofriantes y reveladores datos del informe, los ejecutores de esa nefasta actuación deberían asumir sus responsabilidades, pero en vez de eso afirman:
- La situación actual en Irak no es idílica, pero es muy buena (Aznar).
- La situación en Irak es menos difícil que en el tiempo de Sadam Husein (Aznar).
- La gente puede participar en elecciones, puede hablar libremente y hay libertad en el país (Aznar).
- Volvería a hacer lo mismo. Fue un momento difícil, pero mi convicción, mi conciencia y mi mente están tranquilas. Tomamos la decisión correcta (Aznar).
- Toda la operación ha sido una empresa exitosa que ha merecido la pena (Dick Cheney).
No puede concebir cómo se pueden hacer estas declaraciones sin que a nadie se le caiga la cara de vergüenza.