La famosa frase «trabajo castigo divino» parece que ha sido acatada por los Ministros de Trabajo europeos, ya que han votado a favor (con la abstención de España) de ampliar la jornada laboral hasta las 65 horas para flexibilizar la ordenación del tiempo de trabajo, aunque yo creo que más bien hablamos de esclavizar.
Argumentan que esta medida beneficia y protege al trabajador, cuando (casi) todos sabemos que los principales beneficiados serán los empresarios que se ahorrarán tener que pagar muchas horas extras, ya que sólo se considerarán como tales las que excedan de 65. Además acuerdan otras medidas que van en la línea del retroceso social que últimamente venidos observando en la Eurocámara como:
- Donde se adopte estas 65 horas, la decisión de trabajar más de 48 horas será por acuerdo entre el trabajador y el empresario sin la mediación de los sindicatos. Parece que esta medida transformará a los empresarios europeos en hombres justos que nunca se aprovecharán de su posición de poder frente al trabajador.
- Las guardias inactivas no serán contabilizadas como tiempo de trabajo real a efectos tanto salariales como de descanso. A ver qué dicen los médicos…
Imagino que a muchas personas que ciertos políticos nos ponen como ejemplo de grandes trabajadores y que no tienen que preocuparse por su hipoteca ni de llegar a final de mes les encantará esta medida, pero a los trabajadores normales la aplicación de esta ampliación de jornada laboral les va a hacer perder gran calidad de vida, posiblemente no puedan dormir ocho horas, no puedan comer en casa, se hará imposible la conciliación de la vida familiar con la profesional, aumentará la siniestralidad laboral, etc…