Un informe afirma que Defensa gastó un 2.500% más en ayuda humanitaria ineficaz

Leo en el periódico El Mundo que un informe de Médicos Sin Fronteras y el Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria afirma que el Ministerio de Defensa español incrementó en un 2.500% el gasto computado como humanitario en 2005, hasta alcanzar los 24,2 millones de euros, cifra que se gastó esencialmente en intervenciones de eficacia discutible.Este informe se llama La Acción humanitaria en 2005: un año de desastres naturales y… mucho más, y tiene ejemplos de la ineficacia de gran parte de esa ayuda que llaman la atención, como:

  • El envío del buque Galicia a Indonesia tras el ‘tsunami’ costó ocho millones de euros y llegó casi un mes después.
  • El envío de tropas españolas a Pakistán tres semanas después del terremoto, que supuso una inversión de dos millones de euros.

En este informe se da a entender que en la ayuda humanitaria en ocasiones pesa mucho el interés político frente al interés de los beneficiarios de la misma y cita como ejemplo las crisis humanitarias crónicas de Niger y Sudán.

Yo, que he hecho la mili y me han inculcado en ella el ardor guerrero, me he preguntado siempre como envían a personas que se preparan para la guerra a hacer la paz, ¿no es un poco contradictorio?. Estoy seguro que las intenciones de los soldados y sus mandos son las mejores, pero cualquier persona que trabaje en el mundo de la acción humanitaria sabe que las buenas intenciones no bastan para hacer un trabajo serio y eficaz, es necesaria una gran preparación si no queremos cometer graves equivocaciones, ¿no sería mejor enviar civiles preparados específicamente para controlar las acciones humanitarias?, sin que esto quite que excepcionalmente se pueda contar con el Ejército.

Con esta reflexión no quiero menospreciar la loable labor de muchos soldados españoles y españolas en misiones humanitarias en el exterior, aunque cuestiono varias como las de Afganistán, Haití y sobre todo la de Irak, simplemente me refiero a la eficacia de esa ayuda.

Rafael del Castillo

Proyecto de Ley: Derechos de la víctimas de la Guerra Civil y del franquismo

Familiares en una fosa común

Por muy poco que hayas visto las noticias habrás oído hablar, debatir, desinformar y despotricar (sobre todo eso) de la llamada Ley de Memoria Histórica, cuyo fin inicial era compensar a los represaliados por el franquismo «saldando» la deuda con las víctimas antes de que hayan muerto.

Ahora el Gobierno tiene claro que la elaboración de la ley para la recuperación de la memoria histórica es un tema extremadamente delicado y complejo, que puede causarle nuevos problemas. Su intención es incluir a víctimas de los dos bandos de la Guerra Civil, no se si para evitar levantar ampollas en la derecha o por criterios de justicia, aunque más bien pienso que es por lo primero. Aunque a mí personalmente me parece bien que se incluya a cualquier víctima de la opresión e injusticia sea del bando que sea (teniendo muy claro a qué bando pertenecen la gran mayoría de las víctimas).

Las principales reivindicaciones hechas por más de 30 asociaciones al Gobierno son (información sacada de El Mundo):

Juicios sumarísimos

Es una de las reivindicaciones más polémicas. La intención de los grupos movilizados en favor de la recuperación de la memoria histórica es que se anulen a todos los efectos los juicios sumarísimos que fueron dictados en la época de la dictadura. El tema es complejo porque una revisión judicial de este tipo puede suscitar problemas legales.

Símbolos franquistas

En España siguen existiendo en muchas ciudades estatuas, bustos y monumentos dedicados al franquismo. También existen nombres de calles y plazas que hacen referencia a la dictadura. Las asociaciones exigen que se retiren las primeras y se cambien los nombres de las segundas. El problema de esta propuesta es que en muchos casos son los propios municipios quienes tienen la competencia para decidir sobre este asunto.

Fosas comunes

La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), que en sus cinco años de actividades ha recuperado de las cunetas de España más de 500 cadáveres de republicanos asesinados, cifra en unos 30.000 las personas desaparecidas durante la Guerra Civil y la dictadura. Las familias de los republicanos inhumados en fosas anónimas reclaman un entierro digno a sus antepasados.

Compensaciones

Elevar la cuantía de las pensiones a los represaliados o aplicar beneficios fiscales para que no se cobre el IRPF sobre ellas son el centro de las compensaciones económicas exigidas por las asociaciones. También solicitan la devolución de todo el patrimonio expoliado durante la guerra a partidos y agrupaciones, la creación de una Comisión de la Verdad y archivos accesibles a los familiares para establecer una compensación moral a las víctimas.

Valle de los Caídos

Quizá sea el reclamo más simbólico para las víctimas por lo emblemático del lugar. La petición es sacar las tumbas de Francisco Franco y de José Antonio Primo de Rivera del Valle de los Caídos para crear allí un centro de interpretación de la represión franquista y la instalación de una exposición permanente en homenaje a los reclusos políticos que levantaron este lugar con sus manos y donde muchos perdieron la vida.

Los que están en contra de la elaboración de esta ley aducen que es una equivocación hurgar en las heridas ya pasadas, que es una traición al espíritu de la Transición, que se reavivan los enfrentamientos entre los españoles y que se alimenta el rencor.

Personalmente pienso que después de casi 70 años de la finalización de la guerra civil y de los resultados de las encuestas del CIS ante este tema es como mínimo exagerado hacer estas afirmaciones, pero aunque no lo fuera, ¿qué pasa con el DERECHO A LA JUSTICIA? ¿no debe ser un criterio (el principal) a tener en cuenta? ¿porqué los detractores lo obvian?.
El resultado es que el Proyecto de Ley presentado contenta a muy pocos, ni a los que estaban en contra de la ley por las razones ya expuestas ni a la mayor parte de las asociaciones que estaban a favor por considerar que se queda demasiado corto, Amnistía Internacional incluso habla de una ley de punto final en su informe, del que destaca del Proyecto de Ley presentado:

  • Obvia completamente los derechos humanos y el derecho internacional.
  • El Estado español no asume ninguna responsabilidad por los crímenes atroces que se cometieron durante la Guerra Civil y el régimen franquista.
  • Tampoco se han tomado medidas hasta el momento para anular las condenas a muerte impuestas tras juicios injustos.
  • No se ha abordado la cuestión de las personas «desaparecidas» -los restos de miles de ellas siguen enterrados en lugares sin identificar- en el contexto judicial en el que debería enmarcarse esta cuestión.

Rafael del Castillo

Aquel 11-S: Chile en el recuerdo

chile11s

El avance informativo de la televisión anuncia la muerte de Augusto Pinochet y no puedes evitar que te invada una sensación agridulce, pues la alegría ante la desaparición de unos de los personajes más odiosos del siglo XX queda empañada por la impunidad con la que abandonó este mundo, muriendo -al igual que el asesino Franco del que se sentía discípulo â?? no en la celda de la prisión que le correspondía sino en la cama.

Y sin darte cuenta, retrocedes a una ya lejana adolescencia, otoño de 1974, en un pueblo mal urbanizado del cinturón industrial barcelonés, preñado de andaluces y extremeños, hasta que aparecen los rostros cobrizos de Gustavo y Ezequiel, estudiantes de Medicina y Derecho, activos militantes a favor del gobierno de Unidad Popular de Salvador Allende, uno en el Movimiento de Izquierda Revolucionaria, otro en el Partido Comunista Chileno; que han visto truncadas sus carreras universitarias para convertirse en bisoños peones de la metalúrgica en la que trabaja mi hermano mayor, recién llegados con lo puesto tras huir de un país sombrío y militarizado, conociendo el ya trágico destino de unos pocos compañeros pero ignorando la situación de tantos familiares y amigos detenidos, desaparecidos o , al igual que ellos, arrojados a cualquier rincón del planeta en la inesperada diáspora.

Y cerrando los ojos surge la olvidada habitación del piso suburbial en la que, a media voz que a veces se convierte en susurro, unos LPs de vinilo nos recuerdan como era la calle mojada recorrida por Amanda camino de la fábrica (y nos indignamos por el destino de Victor Jara y de tantos â??victor jarasâ? anónimos â?? tragedia, calvario y muerte â?? en el Estadio Nacional) o que â??el pueblo unido jamás será vencidoâ?, pese a que su camino esté alfombrado de derrotas, mientras coreamos a Quilapayún o nos envuelve la cálida voz de Pablo Milanés para hacernos pisar nuevamente las calles de Santiago ensangrentada y puede que retornen los libros y las canciones que quemaron las manos asesinas, pero la ensoñación se cierra y ya sabes que el pueblo renacido de sus ruinas no hará pagar sus culpas a los traidores.

Y entonces caes en que todo ocurrió un 11 de Septiembre y que esa fecha existía antes de que se apropiaran de ella los estadounidenses. Y que en aquel 11-S hubo terrorismo, asesinatos y un pueblo entero encarcelado por una minoría. Y a la cabeza de los verdugos, como ideólogo, patrocinador e impulsor estuvo el gobierno de Washington controlando a los matones disfrazados de Junta Militar,- jaleados por el conservadurismo más rancio-, aplicando a sangre y fuego la receta de â??Sudamérica patio trasero del Imperioâ?.

Y allí estaba Kissinger para respaldar que no se podía dejar a un pueblo convertirse en â??comunistaâ? por los votos aunque para ello debiera utilizarse la fuerza, para actualizar el añejo dicho se le aplicaba al nicaragüense Somoza y a cualquier dictador dispuesto a seguir sin pestañear las órdenes de la CIA; â??es un hijo de puta, pero es nuestro hijo de putaâ?.

Aunque se silbase mirando para otro sitio, no queriendo escuchar los gritos desgarrados de los torturados, ni oler el sadismo de los torturadores pues necesitaban crear ,como experimento de laboratorio político, un país quebrado y asustado en el que aplicar las alucinadas recetas económicas de la escuela de Chicago, más tarde popularizadas con el nombre de â??Neoliberalismoâ?.

Y se potenció el mismo modelo por todo el cono Sur, campando a sus anchas los perros sin collares, una vez que el amo estadounidense les había soltado la cadena, por Brasil, Paraguay â?? veterana y adelantada-, Uruguay o Argentina en una multinacional del crimen de estado ideado desde la Casa Blanca, el Pentágono, con clases teórico â??prácticas en la escuela militar de Las Américas de Panamá, que se llamó â??Operación Condorâ?. Y aunque nos estremezca el â??tango de las madres locasâ?? de Carlos Cano o nos ponga la piel de gallina la â??Primavera para una esquina rotaâ?? de Benedetti, no podemos dejar de pensar que esas décadas trajeron , junto a la honestidad de Liber Seregni, militar demócrata uruguayo, prefiriendo la cárcel al golpismo o la osadía que da la desesperanza de las Madres de la plaza de Mayo, decenas de miles de muertos, centenares de miles de exiliados, millones de vidas rotas y un subcontinente arrasado para que los mismos de siempre, a veces hasta obsequiados con las visitas del Papa viajero, mantuvieran su estructura de poder.

Y todo ello comenzó en buena parte un 11 â??S. Y ese año de 1973 lleva en la fecha, una carga de dolor y desesperanza infinitamente mayor que las atrocidades posteriormente ocurridas en Nueva York, por lo que no se merece el olvido y la postergación a la que hoy se ve sometido.

Ni que caigamos en el juego del â??Muerto el perro se acabó la rabiaâ? cuando siguen mandando quienes se beneficiaron de las tiranías, que por no pedir, ni pidieron un simple perdón, limitándose a cumplir la orden del mentor: Otra vez toca jugar a la democracia formalâ? e intentar hacer creer que habían cambiado para que nada cambiase.

Y mientras el locutor desgrana datos sobre la vida sin milagros del fallecido, intento homenajear el asidero de la memoria, la fuerza que hizo posible seguir viviendo a los prisioneros de los campos de concentración nazis cuando se impusieron la tarea de recordar lo que pasaron y recordárselo a otros, pues el triunfo máximo del Fascismo es la ausencia de recuerdos, el olvido consciente de las víctimas. Por ello, lleno una copa de fino â??el Patoâ? y disfruto masticando el poema de Mario:

Vamos a festejarlo
vengan todos

los inocentes
los damnificados
los que gritan de noche
los que sufren de día
los que sufren el cuerpo
los que alojan fantasmas
los que pisan descalzos
los que blasfeman y arden
los pobres congelados
los que quieren a alguien
los que nunca se olvidan

vamos a festejarlo
vengan todos
el crápula se ha muerto
se acabó el alma negra
el ladrón
el cochino
se acabó para siempre
hurra
que vengan todos
vamos a festejarlo
a no decir
la muerte
siempre lo borra todo
todo lo purifica

cualquier día
la muerte
no borra nada
quedan
siempre las cicatrices

hurra
murió el cretino
vamos a festejarlo
a no llorar de vicio
que lloren sus iguales
y se traguen sus lágrimas

se acabó el monstruo prócer
se acabó para siempre
vamos a festejarlo
a no ponernos tibios
a no creer que éste
es un muerto cualquiera

vamos a festejarlo
a no volvernos flojos
a no olvidar que éste
es un muerto cualquiera

vamos a festejarlo
a no volvernos flojos
a no olvidar que éste
es un muerto de mierda.

Juan Rivera.