La Alianza Española Contra la Pobreza convoca a toda la ciudadanía a acudir a todas las manifestaciones que se celebrarán bajo el lema Rebélate contra la pobreza. Este es parte del llamamiento que aparece en la página web de esta organización:

Erradicar la pobreza es posible. Sabemos que existen recursos y tecnologías suficientes para ello, que nunca antes en la historia de la humanidad se tuvo la oportunidad que tenemos en este momento para lograr que la pobreza pase a la historia, igual que se logró abolir la esclavitud. Entonces, ¿qué falta para lograrlo? Falta VOLUNTAD POLÍTICA. No queremos seguir escuchando las buenas intenciones de los países ricos sobre la lucha contra la pobreza, cuando a la hora de tomar sus decisiones siguen sin aumentar la ayuda oficial al desarrollo a los países pobres, siguen imponiendo el pago de una deuda externa asfixiante e injusta y siguen actuando económica y comercialmente para sacar el máximo beneficio sin preocuparse de los daños que ocasionan a las economías del Sur.

Según noticia de el periódico El País relacionada con este tema, los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) suscritos en 2000 por 189 jefes de Estado y de Gobierno van por mal camino para cumplirse, estos objetivos tienen como límite 2015:

Reducir los pobres a la mitad. El ODM 1 pretende reducir en 2015 a la mitad el número de personas que viven con menos de 1 dólar (0,79 euros) al día. Según la Alianza Española contra la Pobreza (www.rebelatecontralapobreza.org), «se está logrando sólo en Asia Oriental y el Pacífico». Fuera quedan África subsahariana, Latinoamérica, y algunas partes de Europa y Asia central. El 40% de la humanidad vive con menos de 1 o 2 euros al día: 1.100 millones y 1.600 millones respectivamente.

Todos los niños, al cole. El ODM 2 dice que todas las niñas y niños podrán terminar la enseñanza primaria. Pero a este ritmo, 47 millones de niños seguirán en 2015 sin ir a la escuela. Hay 100 millones menores sin escolarizar. El esfuerzo financiero debería aumentar en casi 3.000 millones de euros más al año para conseguir 18 millones de docentes más. África necesita un 68% más de docentes.

Las mujeres, iguales.El ODM 3 habla de promover la igualdad de género y la autonomía de la mujer. Pero el 60% de los menores sin escolarizar son niñas, cuando ya en 2005 se debería haber eliminado la desigualdad en primaria (la secundaria queda para 2015). De los 880 millones de adultos analfabetos, dos tercios son mujeres.

Reducir la mortalidad infantil. El ODM 4 parte de que los menores que mueren antes de los cinco años son más hoy que en 1990 en 14 países, diez de ellos africanos. Allí uno de cada seis menores muere antes. En 2004 fallecieron en el mundo 11 millones de menores de cinco años. Al ritmo actual, la meta no se cumplirá hasta 2050. Costará 41 millones más de vidas.

Madres con mejor salud. El ODM 5 debe reducir la mortalidad materna en tres cuartas partes para 2015. Una mujer muere cada minuto en el embarazo o el parto. Esto mejora en muchas regiones, pero en África se concentra la mitad de estas muertes: una de cada 16 mujeres corre ese riesgo, mientras que en los países desarrollados es una de cada 3.600.

Combate contra la enfermedad. El ODM 6 plantea comenzar a reducir para 2015 el VIH-sida, y enfermedades como el paludismo y otras tropicales. Falta dinero. África subsahariana ha recibido el 60% de los fondos prometidos contra el sida. De seguir así, la enfermedad se habrá extendido allí en 2025 a 90 millones de personas. En ningún país se ha detenido la propagación: en 2005 hubo 4,1 millones más de contagiados. La tuberculosis y el paludismo causan juntas tantas muertes como el sida. La malaria mata en África a un niño cada 30 segundos.

Agua y saneamiento. El ODM 7, además de hablar de desarrollo sostenible en términos medioambientales, busca reducir a la mitad las personas que no tienen acceso al agua potable ni a saneamiento básico. Más de cinco millones (el 90% niñas y niños) mueren cada año por beber agua en mal estado. Con el ritmo actual de inversiones, casi 2.170 millones de personas seguirán en 2015 sin saneamiento y 650 millones sin agua potable.

Asociados por el Desarrollo. El ODM 8 habla de desarrollar un sistema comercial y financiero abierto, sin discriminaciones, y de abordar la deuda exterior. Pero la ayuda de los países ricos a los países en desarrollo ha disminuido un 25% en los últimos 15 años. En 1990 la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) en el mundo era el 0,33% del Producto Interior Bruto (PIB). Ahora el 0,25%. Las ONG no se cansan de reclamar el 0,7%, «la quinta parte de lo gastado en armamento y la mitad de los subsidios agrarios». Denuncian que estos subsidios distorsionan el mercado internacional y perjudican a los países en desarrollo. Aunque los líderes del G-8 (países más ricos) se comprometieron en 2005 a cancelar la deuda de los 18 países más pobres del mundo, no se ha hecho. Según el Banco Mundial, «la reducción de la deuda no ha bastado por sí sola para garantizar su sostenibilidad»: la deuda se ha perpetuado a sí misma, y lo que deben pagar los países empobrecidos sólo en intereses supera toda la ayuda que les llega.

En este mismo artículo voces cualificadas opinan acerca de la pregunta: ¿la cooperación internacional erradica la pobreza?.

¿Tú qué opinas?.

Rafael del Castillo.

Derechos humanos en peligro de extinción

Estatua libertad guerrera

Hace un par de semanas apareció en el periódico El País (30-09-06) la noticia de que el Congreso de los EE.UU había aprobado la Ley que limita los derechos legales de los sospechosos de terrorismo. En la Cámara de Representantes, 219 republicanos y 34 demócratas fueron mayoría, frente a 160 demócratas y 7 republicanos rebeldes, que votaron en contra.

Parece ser que la lucha contra el terrorismo se ha convertido en el caballo de batalla para ganar las próximas elecciones legislativas el 7 de noviembre próximo. Las encuestas señalan que los demócratas están mejor valorados en todos los terrenos excepto en el de la lucha contra el terrorismo, de ahí que George W. Bush y su partido hayan emprendido toda una ofensiva para evitar que sus contrincantes se hagan con la mayoría en las dos Cámaras del Congreso. Ante las acusaciones lanzadas por los republicanos de â??ser unos blandosâ? e incluso de â??mimar a los terroristasâ?, los demócratas dudan y se dividen. Mientras tanto, los que pierden, sin ningún género de dudas, son los ciudadanos, los cuales ven reducidos de forma alarmante derechos esenciales que debe garantizar todo Estado de Derecho que se precie.

Para empezar, la ley antiterrorista no reconoce el â??habeas corpusâ?, que es el derecho a â??comparecer ante un juez para que determine la legalidad de la detenciónâ?. Según Candace German,, abogada de presos de Guantánamo, â??todo el que no sea estadounidense y viva aquí sin visado, puede perder su habeas corpusâ?.

La ley permite también la detención ilimitada de supuestos terroristas y su enjuiciamiento por tribunales militares sin derecho de apelación; también admite pruebas secretas o declaraciones conseguidas en â??circunstancias especialesâ? (¿mediante tortura?). Además, pretende proteger a militares que la practicaron hasta el 2005. Aunque la ley reconoce las convenciones de Ginebra sobre los derechos de los prisioneros de guerra, le reserva al Ejecutivo su â??libre interpretaciónâ?.

Parece evidente que desde el 11 de septiembre de 2001, estamos presenciando un pulso entre derechos y libertades civiles y leyes que pretenden minarlos en pro de la seguridad. En Estados Unidos está claro que, de momento, el pulso lo ha ganado ésta última. Pero la Unión Europea, que hasta ahora se mantenía más o menos firme frente a estas acometidas, de forma más lenta y quizás más imperceptible, parece estar cediendo a las presiones del â??amigo americanoâ?. Un claro síntoma de ello es el acuerdo entre ambos sobre la cesión de datos de todos los pasajeros que vuelen hacia ese país. Y es que las distancias cada vez son más cortas -en todos los sentidos-.

María Sanjuán