Ã?ste es el titular de la noticia publicada en el diario El Mundo. Un número que empieza por 2 y tiene 8 ceros seguidos es la cuantificación de las personas de 39 paÃses que se morirÃan de hambre si no fuese por la ayuda internacional según el informe anual de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), presentado en Roma.
Mientras muchos de nosotr@s hipotecarÃamos lo que fuese por conseguir la pastillita mágica que nos permitiera hartarnos de churros, chorizo y huevos fritos sin aumentar de peso, hay 800 millones de personas en el mundo que se van a la cama todas las noches con hambre, y hay más de 800 millones que tienen sobrepeso o padecen obesidad. Además el hambre, que mata directa o indirectamente a nueve veces más personas cada dÃa de las que murieron en las Torres Gemelas de Nueva York, es la manifestación más extrema posible de la pobreza, del fracaso humano. Reducir la cifra de gente hambrienta en el mundo a la mitad ha sido identificado como una prioridad dentro de los Objetivos Milenio de Naciones Unidas. Aparte de organizaciones pertenecientes a la ONU hay 1.200 ONG comprometidas con este esfuerzo.
Sin embargo hoy, el único indicador que ha mejorado desde la aprobación de los objetivos del milenio, en 2000, ha sido la pobreza global. Otros indicadores, como la alfabetización, el acceso al agua, la reducción del hambre… han empeorado. La propia pobreza se ha reducido, sin embargo, no gracias al incremento de las ayudas a los paÃses en desarrollo sino por el dinamismo económico de Asia, cuyo crecimiento ha influido extraordinariamente en el nivel de vida de millones de personas.
Producimos en nuestro planeta la cantidad suficiente de alimentos y tenemos los medios para poder cubrir las necesidades de todos los seres humanos. Entonces, ¿cuáles son las causas de qué tantos millones de personas en tantos paÃses pasen hambre?. Los ¿expertos? no siempre se ponen de acuerdo, pero buscando documentación he encontrado un artÃculo de John Carlin publicado en «El PaÃs Semanal» (Diciembre del 2004) en el que me he basado para intentar encontrarlas: Sigue leyendo