La crisis no es excusa para dejar de atender a las personas más empobrecidas

El pasado viernes la presidenta de Castilla La Mancha anunció una serie de recortes para reducir el gasto, y entre esos recortes figura la supresión de ayuda a la Cooperación Internacional. ¿Porqué dejamos de atender a los más vulnerables por la crisis? La respuesta es sencilla, nos la da MªLuz Ortega:

Los empobrecidos son los primeros en sufrir los recortes… SE LES DABA PORQUE SOBRA, NO POR JUSTICIA… sólo así se explica que se elimine la cooperación al desarrollo de Castilla La Mancha.

Para manifestar nuestro desacuerdo y protesta con esta medida hemos firmado esta carta que exponemos a continuación, ¡os animamos a firmarla también!.

Estimada Sra. Presidenta de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Dña. Mª Dolores de Cospedal García y Estimado Sr. Consejero de Sanidad y Asuntos Sociales, D. José Ignacio Echániz Salgado:

Soy consciente del contexto de crisis económica y social que afecta a nuestra región, pero me preocupa que en estas situaciones de dificultad, quienes siempre “pagan el pato” son las personas que más lo necesitan.

Considero que el gobierno de Castilla-La Mancha debe de seguir luchando contra la pobreza y la desigualdad social, para favorecer la igualdad y cohesión social, necesaria para generar riqueza económica y social para todas las personas. Unas personas con las necesidades básicas satisfechas favorecen el desarrollo integral de una sociedad. Por ello, en esta situación de crisis sistémica es más necesaria que nunca mantener las políticas sociales que aminoren las desigualdades sociales y fomente la solidaridad, colaboración e integración de la sociedad castellano-manchega. Máxime cuando somos los que menos destinamos a gasto social de la UE-15.

La crisis económica y social no nos puede convertir en unos insolidarios con las personas que viven en países más empobrecidos que el nuestro, y más en un momento como éste en el que, por ejemplo, sólo en el Cuerno de África hay más de 13 millones de personas que no tienen garantizada la comida, el agua limpia y los servicios sanitarios básicos, y ya sobrepasa la escalofriante cifra de 1000 millones de personas que pasan hambre.

Sé que España se ha comprometido con el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) para 2015, firmado por el gobierno español en el año 2000 en la ONU, junto a otros 188 jefes de Estado y de Gobierno. Compromiso que incumplen, y que las ONGD y resto de sociedad civil organizada tienen que recordar año tras año a todos los gobiernos a través de la Campaña Pobreza Cero.

Sé que la cooperación descentralizada tuvo un desarrollo significativo a partir de las acampadas por el 0,7% a mitad de los 90 del siglo pasado. Es una cooperación descentralizada basada en la solidaridad de las personas y colectivos locales, lo que ha propiciado un arraigo solidario y sensible en nuestra región con las personas más vulnerables en el Norte y en el Sur, y sensibilizado a las administraciones locales y regionales para que contribuyan económicamente a la cooperación internacional con los países más empobrecidos. No concibo la cooperación descentralizada sin la implantación territorial de ONGD y grupos de voluntariado. Le informo que las organizaciones que pertenecen a la Coordinadora de ONGD de Castilla-La Mancha tienen en torno a 40.000 socios y 8.000 voluntarios en Castilla-La Mancha. Según un informe de la Fundación Carolina, de 2010, el 67% de la población española apoya las políticas de cooperación, y el 75% de las personas encuestadas considera que el principal problema del mundo es la pobreza y la desigualdad.

Con los 45 millones del presupuesto de cooperación al desarrollo de la Junta de Comunidades se podría pagar, por ejemplo:

  • El sueldo anual de más de 22.200 matronas en África, donde cada matrona salva la vida de 219 mujeres al año.
  • El tratamiento para el sida de más de 100.000 enfermos durante un año.
  • Más de 220.000 vacunas contra el sarampión para menores de 5 años.
  • Agua clorada y letrinas en seco para 82.400 personas en Haití.

Por todo lo expuesto, demando que el gobierno de Castilla-la Mancha debe llevar a cabo unas políticas comprometidas con las personas y las organizaciones solidarias, y por ello, le exijo:

  • Que las personas más vulnerables deben ser prioritarias en la acción de gobierno para que puedan tener una vida digna, sean de donde sean. No se trata de quitar a unas personas para dar a otras, sino de colocar a las personas en el centro de las políticas públicas y que estas garanticen los servicios sociales en nuestro país y también la ayuda al desarrollo. Para ello, le recuerdo al gobierno de Castilla-La Mancha que debe cumplir la ley. En este caso, la Ley de Cooperación Internacional para el Desarrollo de Castilla-la Mancha de 2003, que aprobaron las Cortes regionales por unanimidad.
  • Que se paguen las subvenciones que se adeudan de los proyectos presentados a la convocatoria de subvenciones a proyectos de Cooperación al Desarrollo, Educación para el Desarrollo y Sensibilización, Programas y Ayuda de Emergencia y Humanitaria de 2010.
  • Que se cumplan los compromisos en materia de cooperación al desarrollo para 2011: Resolución de las diferentes convocatorias y la ejecución presupuestaria.
  •  Que informe y consensúe con los representantes de las ONGD a través de la Coordinadora de ONGD de Castilla-La Mancha, las líneas estratégicas y el presupuesto de cooperación para el desarrollo de 2012.
  • Que se pague la subvención concedida a la Coordinadora para la ejecución del programa de coordinación, fomento y apoyo a las organizaciones no gubernamentales castellanomanchegas de cooperación para el desarrollo.

 Quiero una región rica en igualdad, justicia, cohesión social y solidaridad, y quiero que mis representantes políticos y mi gobierno regional tengan la voluntad política y personal de trabajar por el bien de las personas, ya sean de nuestra región, de África, de América, o de donde sean.

Le saluda atentamente,