Cuando despertó los derechos ya no estaban allí

Esta frase del genial Eneko muestra como nos sentimos muchos después de los últimos acontecimientos políticos que estamos viviendo en nuestro país, en apenas seis meses nos hemos encontrado con menos sueldo, con muchos más parados, con menos prestaciones sociales y con un futuro oscurecido por ciertos sectores a quien les interesa que lo veamos así.

Los derechos que tanto costaron conquistar los estamos perdiendo, o nos los están quitando o a lo mejor estamos dejando que se los lleven con nuestra pasividad. Lo último a que hemos asistido es el acuerdo sobre pensiones con el visto bueno de los sindicatos que bajo unas premisas equivocadas trae como consecuencia trabajar más tiempo, cobrar menos pensión y hacer más vulnerables aún a jóvenes, parados de larga duración y mujeres que quieran conciliar su vida familiar y profesional. Para justificar este acuerdo nos han metido el miedo en el cuerpo bombardeándonos con la necesidad de reducir el gasto público aunque sea en algo tan preciado como las pensiones, pero nada han acordado sobre subir los impuestos a las rentas más altas (después de años de bajadas), a las SICAV o de eliminar la desgravación de los planes privados de pensiones.

¿Qué más tiene que venir? ¿alargar la jornada laboral? ¿reducir más prestaciones sociales? ¿dar más fútbol y telebasura para continuar sedando nuestra conciencia? Vienen tiempos difíciles, pero no por ello debemos resignarnos, tenemos que seguir luchando entre todas y todos por una sociedad más justa y solidaria. Ahondando en esta idea os dejamos este vídeo de una intervención de Julio Anguita para que tengamos en cuenta las misivas del mismo en esta época que se avecina.

ONG banana republic


Imagen con licencia CC de US Mission Canada

Hace pocos días se cumplió un año del desastre de Haití, y después de tantas movilizaciones, conferencias de donantes, conciertos, clips musicales, automedallitas y buenos propósitos para tranquilizar nuestras occidentales conciencias la situación no ha mejorado en absoluto y gran parte de la ayuda prometida no ha llegado. Lamentablemente esto muestra un fiel reflejo de como funciona la solidaridad de boquilla y de las verdaderas intenciones de nuestros mandatarios. Os copiamos un texto que Jesús García Pedrajas ha publicado en Rebelión sobre este asunto:

Niños negros sonriendo, niños negros llorando, o jugando a la pelota. Mujeres negras gritando, violadores negros, saqueadores negros, ladrones, asesinos negros. Entre ruinas y cuerpos despezados, periodistas blancos, cámaras, todoterrenos de las miles de ONGs desplazadas a Haití recorren las calles y nos traen a casa la actualidad del país caribeño, “que, lamentablemente, no ha podido recuperarse aún del catastrófico terremoto sufrido un año antes…” los grandes coches de las ricas ONGs vuelven a pasar, levantando nubes de polvo que cubran a los negros muertos, y a los vivos.

Ha sido una catástrofe natural, ¿qué podemos hacer? Se preguntan nuestros compasivos gobiernos, las empresas y las ONGs…reconstruir el país, claro. Donemos entonces, hagamos una gran conferencia de donantes, pongamos en marcha la mayor obra humanitaria de la historia para ayudar a Haití a salir de su miseria endémica.

No será esta vez. Las donaciones no suelen ser más que contratos, con empresas occidentales, para realizar grandes obras, muchas sin sentido, o peor aún, para poder aprovechar la situación y explotar las pocas riquezas que puedan quedar en el país, por medio de proyectos centrados en la energía, los recursos naturales, o cualquier otro sector que sea rentable: técnicos occidentales, beneficios que salen del país, nada para los negros que allí viven.

Mujeres negras, vestidas de blanco, bailando en funerales grandiosos de recuerdo por las víctimas. Sacerdotes negros rezando, niños negros con caras serias, hombres llorosos, tal vez de rabia e impotencia; sí, tal vez se preguntan dónde estaban esas cámaras cuando se manifestaron en contra de la ONU y sus tropas, acusadas por la población de pillajes y malos tratos, en contra de las miles de ONGs que invaden su país sin, al parecer, grandes beneficios para su gente, en contra de esa misma ONU que avala con su presencia el golpe de estado (¿ha habido un golpe de estado en Haití? Es la primera noticia que tengo, nos podrá decir cualquier jefe de informativos occidental) contra el presidente Aristide en 2.004, pergeñado entre EEUU y Francia, y con las tropas de la ONU haciendo el bonito juego sucio; dónde estaban esas cámaras, se preguntan, cuando nuestras asociaciones de campesinos se enfrentaron (y ganaron) a MONSANTO, rechazando su regalo envenenado de semillas TRANS.

No vimos a ninguno de estos cientos de periodistas que vienen ahora al homenaje a los muertos, esos no protestarán, claro. Pero al pueblo haitiano no se les olvida ese olvido, lo recuerdan y eso les sirve para no fiarse demasiado de los que ahora se acercan a echarle una brazo por los hombros, mirando a la cámara, claro, para que quede constancia de que estuvieron allí.

Y, por supuesto, las ONGs: cientos de ellas, miles, debería crearse otra ONG que se dedique, exclusivamente, a contarlas. Más miseria, más pobreza, más hambre y muerte…y más asociaciones sin ánimo de lucro. Pues habrán ido a Haití por otra cosa, porque no parece que los haitianos se estén enterando demasiado de su presencia ni sientan los presuntos beneficios que les traen; a veces los ven pasar, eso sí, a ellos a sus aviones o grandes coches. Y la poca ayuda que llega a la población resulta que suele venir de organismos públicos, como los gobiernos de Cuba y de otros países de la zona.

Y no, no decimos que todas las ONGs presentes en Haití sean así, simplemente afirmamos que a su pueblo les sobra, sin duda, el 90% de esas asociaciones, de esos gobiernos donantes, de esas empresas que se lucran con dichas donaciones, de esas fundaciones de ricos patronos, y de esa caridad de la gente blanca que los ve por la televisión, porque esa nefasta caridad sirve como excusa para mantener la injusticia social y la crueldad con las que este país ha convivido casi desde los días de su independencia, hace más de 200 años, enfrentando entonces, sin esperanza aparente, como ahora sigue ocurriendo, a los invasores blancos. Desde luego que con eso si podemos contar, con la resistencia de las haitianas y los haitianos a los intentos de someterlos por cualquier medio.

Mis deseos para 2011

Hace exactamente un año publiqué mi lista de deseos para 2010, pero tuvimos poca suerte porque apenas se cumplió algo, en este 2011 vamos a actualizar esta lista y añadir alguno más a ver qué pasa, son deseos que sólo siguen el orden por el que han pasado por mi cabeza:

  • Que las ayudas públicas para las pensiones privadas se reinvertan en las públicas, de manera que haya un trato menos desigual entre los que menos ganan y los que más ganan.
  • Que el fracaso haitiano no vuelva a repetirse.
  • Que la banca asuma su responsabilidad ante la crisis.
  • Que no se repita un sólo caso de tortura ni de malos tratos por parte de nuestras autoridades.
  • Que le demos a nuestros mayores el respeto y el cariño que merecen.
  • Que nuestros gobernantes se tomen en serio la lucha por los objetivos del milenio.
  • Que a quien le toque haga lo que tenga que hacer para que Écija y Palma del Río dejen de inundarse.
  • Que todos los deseos del amigo Zorba se hagan realidad.
  • Que las cartas que algunos envían a los «presidentes magos» se pierdan por el camino.
  • Que nuestros políticos (y políticas) sean honestos, no mientan y que antes de quitar las ayudas a los parados de larga duración o aumentar la edad de jubilación, se recorten sus pensiones, renuncien a sus sueldos de ex-ministros, ex-secretarios, etc…, renuncien a sus coches oficiales y a sus gastos de representación.
  • Que se declare un estado de alarma y se militarice a los mercados, sistemas financieros y organismos responsables de que tengamos un orden mundial tan injusto e insolidario.
  • Que el último preso de conciencia sea Liu Xiaobo (Nobel de la Paz) y que lo liberen en el 2011.
  • Que cuando se celebre el Día de los Derechos Humanos podamos celebrarlo y no lamentar que las cosas no cambian o van a peor.
  • Que el 25N (día internacional contra la violencia de género) se quite del calendario porque ya no sea necesario.
  • Que el número de personas que pasan hambre en los países empobrecidos baje más todavía y la obesidad en los países enriquecidos disminuya.
  • Que al Día internacional del Niño le cambien el nombre y se llame Día Internacional de la Infancia.
  • Que la Unión Europea deje de discriminar a los trabajadores inmigrantes.
  • Que las cumbres del hambre, del clima, etc… sirvan para algo y que no haya cena de gala para los “altos mandatarios” si no consiguen nada.
  • Que las noticias de África en los medios de comunicación tengan que ver con sus paisajes, sus riquezas naturales, su diversidad cultural y no por el hambre, las guerras, los genocidios…
  • Que en ningún país haya pena de muerte.
  • Que se refunda el Sistema Capitalista, o que se sustituya por otro en el que las personas tengan mucho más valor que el mercado.
  • Que la Democracia no sea votar una vez cada 4 años.
  • Que se acaben todas las guerras aunque sean preventivas.
  • Que un buen rayo destruya el muro que Israel ha construído en Palestina.
  • Que la guerra del coltán en el Congo finalice y las empresas y mafias que se han beneficiado de la misma paguen la reconstrucción del país.
  • Que se cierre Guantánamo definitivamente.
  • Que el diccionario deje de ser machista y que la RAE revise palabras como matrimonio, gozar o huérfano (por ejemplo).
  • Que tener una tendencia sexual determinada no te discrimine, no sea delito,  no te quite ningún derecho y que nadie te condene al infierno por ello.
  • Que se le retiren los premios solidarios a Alvaro Uribe, a Bush, a Obama, a Aznar, a Bill Gates, …
  • Que la banca sea ética sin necesidad de recurrir a bancas éticas.
  • Que Olmert, Bush, Aznar, Blair y tantos otros sean juzgados por un tribunal internacional, y que éste sea tan ecuánime como lo fue con el periodista que le tiró los zapatos a Bush o como lo han sido con los activistas de GreenPeace por exhibir un cartel.
  • Que el dinero que se invierte en cenas de gala, coches oficiales, protección de la banca, etc… se haga ahora en una Seguridad Social Universal para que todo el mundo tenga acceso a los servicios de salud.
  • Que desaparezca definitivamente ETA.
  • Que Estados Unidos termine el bloque contra Cuba.
  • Que actuemos de verdad contra las verdaderas causas de la pobreza aunque ello implique luchar contra la extrema riqueza.
  • Que los esclavistas sean transformados en esclavos durante el 2011 y que a lo único que se le obligue es a liberar a sus esclavos para posteriormente liberarlos a ellos.
  • Que nadie se suicide por la desesperación ante quedarse sin un hogar donde vivir.
  • Que esta puta crisis y sus putos causantes se vayan a la puta mierda durante el 2011.
  • Que no sea necesario recuperar la ayuda de 420 euros para los que están en paro porque encontrarán un trabajo digno y decente en el 2011.

Además deseo que el 2011 os traiga felicidad y que vosotros se la deis a los que tenéis alrededor, para esto no vendría mal tener en cuenta estas recomendaciones de Gabriel García Márquez que he visto en aulablog:

Una silla vacía para el Nobel de la Paz

Ayer se cumplieron 62 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y desde entonces todos los 10 de diciembre se «celebra» el Día Internacional por los Derechos Humanos. Nosotros pensamos que no se puede hablar de celebración dada la situación de falta de derechos humanos en gran parte del planeta, en todo caso tendríamos que hablar de reivindicación.

Como botón de muestra de esta situación negativa tenemos el hecho de que el recientemente galardonado con el Nobel de la Paz, Liu Xiaobo, no ha podido hacer acto de presencia en la entrega del mismo, las autoridades chinas no le han permitido asistir a recoger el premio, ni a él, ni a ninguno de sus amigos o familiares, además de no permitir que ningún medio de comunicación chino informe de esta noticia, una patada en toda regla a las libertades.