Ayer nos dejó Mercedes Sosa, una «cantora» argentina, del pueblo, luchadora, solidaria y de mucho carácter que tenía lo que había que tener para enfrentarse a los dictadores argentinos (que la detuvieron en el mismo escenario), que dejó de cantar en Chile mientras gobernaba Pinochet y se enfrentó al gobernador de su tierra, Tucumán, que finalmente fue condenado por crímenes contra la humanidad. En recuerdo de esta admirable artística os dejamos una interpretación de ella del poema de Julio Numhauser:
¡La negra se queda! (en el corazón)
Qué bonito el sonido y qué poca falta hace la imagen…
Felicidades por el blog, compañero… Mucho curro…
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