Aunque intentamos guardarnos desde este blog de debatir decisiones y opiniones de nuestros obispos (por mucho que tengamos que modernos la lengua en ocasiones), esta vez vamos a hacer una excepción y tenemos que LEVANTAR LA VOZ ante el anuncio de los obispos españoles de negarles la comunión a los/as políticos/as que votasen a favor de la actual reforma del aborto.
Tampoco vamos a pronunciarnos acerca de esta reforma, pero no nos podemos quedar impasibles ante el silencio y el trato que la Iglesia ha dado a desalmados como Pinochet, ante la «no retirada» de la comunión a los responsables de graves atrocidades contra los derechos humanos, ante los mandatarios que están a favor de la pena de muerte, ante los responsables de que hayamos superado los mil millones de personas que pasan hambre en el mundo, etc…
En fin, creo que estas actitudes tan distantes de las reflejadas en el Jesús del Nuevo Testamento son las causantes de que estemos cada vez más alejados de todo lo que se predica desde los púlpitos.
Os dejamos las palabras de José Bono, que más elocuentes no pueden ser:
La Iglesia me condena por ser socialista y no a Pinochet por ser un asesino” (…) “Pinochet era un asesino desalmado al que se le dio la comunión de manera vergonzosa”. (…) “Llevo 40 años afiliado al PSOE y no he ocultado que soy cristiano, que quiero acomodar mi vida al Evangelio de Jesús, y lógicamente me duele la declaración que ha hecho la Conferencia Episcopal Española
Visto en escolar.net.
¡¡¡Fantastico post!!!
Soy de la misma opinión que José Luis, de hecho venía de repasar su blog. No puedo por menos que enlazarte.
Poco más que añadir. Sinceramente, no sé qué tiene que ver la Iglesia con la política de este país (porque en pocos más se mete).
Si España se declara un país laico… ¿Qué sentido tiene que el gobierno pague a la Iglesia una subvención? ¿Qué sentido tiene que tengan derecho a opinar (¡ojo! como sacerdotes)?
Como dijo Jesús… A Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César.