En un claro desprecio a los derechos humanos, las autoridades marroquíes por un lado han detenido a ocho personas exclusivamente por ejercer su derecho a expresarse pacíficamente y por otro, después de confiscarle el pasaporte, han expulsado a la defensora de derechos humanos Aminatou Haidar, la cuál lleva en huelga de hambre desde el 15 de noviembre en el aeropuerto de Lanzarote.
A los ocho detenidos, Amnistía Internacional los considera presos de conciencia, detenidos exclusivamente por ejercer su derecho a expresarse pacíficamente, y pide su libertad inmediata e incondicional. Para Amnistía Internacional, la expulsion y la confiscación del pasaporte de Aminatou responden exclusivamente a motivaciones políticas y a su postura sobre la libre determinación del Sáhara Occidental y se le debe permitir su regreso de forma inmediata e incondicional.
La organización considera preocupante que las autoridades marroquíes estén tratando como asunto de seguridad nacional las actividades políticas pacíficas que cuestionan la “integridad territorial” de Marruecos.
Ahmed Alnasiri, Brahim Dahane, Yahdih Ettarouzi, Saleh Labihi, Dakja Lashgar, Rachid Sghir y Ali Salem Tamek fueron detenidos el 8 de octubre a su regreso de Argelia, donde habían visitado los campamentos de Tinduf, dirigidos por el Frente Polisario. Son todos miembros de reconocidas organizaciones de derechos humanos y otros grupos de la sociedad civil. Los siete se enfrentan en un tribunal militar a varios cargos relacionados con el menoscabo de la seguridad interior y exterior del Estado, incluidos los ataques contra su “integridad territorial”. Podrían ser condenados a muerte si se les declarara culpables.
Idriss Chahtane, director de la publicación semanal Almichaal, fue detenido el 15 de octubre tras publicar un artículo sobre la salud del rey Mohamed VI. Declarado culpable de difundir información falsa con “intención maliciosa” en relación a este artículo, el tribunal ordenó su prisión inmediata, a pesar de que la defensa había recurrido contra el fallo. Idriss Chahtane está recibiendo además un trato punitivo en la cárcel: lo mantienen en régimen de aislamiento, lo obligan a dormir en el suelo con unas mantas como único colchón y, en varias ocasiones, no le han permitido pasar tanto tiempo al aire libre como otros reclusos.
Exige al gobierno marroquí la libertad de estos ocho presos de conciencia así como la entrada inmediata e incondicional de Aminatou Haidar en el Sáhara Occidental.
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