Al menos esto es lo que se deduce del titular de la noticia «El 25% de los niños españoles vive en el umbral de la pobreza», hay que tener en cuenta que una familia se considera pobre cuando tiene unos ingresos por debajo del 60% de la media.
Además un 15% de l@s niñ@s español@s ya son considerados pobres, según Unicef, al pertenecer a hogares con un ingresos inferiores a 6.278 euros anuales.
Después de digerir esta información no acabo de comprender como muchos de nuestros representantes políticos continúan hablando de bajadas de impuestos, seguro que los que defienden estas medidas tienen unos ingresos bastante superiores al 200% de la media.
Este titular nos demuestra lo manipulables que son conceptos tan vagos como «pobre». Claro que en este caso, al leerlo sobre la situación de nuestro propio país, sabemos de qué realidad se habla y la manipulación se anula (o casi). Pero imaginemos que lee este titular alguien fuera de España, o que nosotros leemos otro similar referido a un país extranjero. ¿Qué imagen distorsionada nos vendría automáticamente a la cabeza? Y supongamos que se acompaña de una foto de alguien muy pobre (por ejemplo, en España podría ser un niño de la peor parte de la Cañada Real). ¿eso no es una manipulación? Porque tal niño entraría sin duda en ese 15% de niños pobres (por tanto, estrictamente hablando no se miente) pero el 15% «pobre» no vive como ese niño del ejemplo. Esto me recuerda a cuando se dice que el 14 % de la población de EEUU es pobre, y ponen la imagen de un vagabundo sin techo. ¡Hay mucha gente que realmente llega a creerse que el 14% de los estadounidenses son poco menos que homeless, por increíble que os parezca, cuando la cifra de estos últimos no llega al 1%! Y, salvando ciertas distancias, lo mismo ocurre con Latinoamérica: Si hay un 33% de pobres en Brasil (según el criterio de cantidad de ingreso) y se acompaña de una foto de la peor zona de una favela, la imagen que produce es la misma que antes, cuando en realidad menos del 5% de la población brasileña vive en favelas, y además algunas como la Rocinha (favela es el barrio, no la casa) están compuestas por viviendas con luz, agua, televisión en color, nevera, DVD, banda ancha, televisión por cable, etc. , y la favela en sí tiene bancos, agencia de viajes, comercios, etc. De todas formas, y aun prescindiendo de toda la reflexión anterior, no entiendo el comentario de Rafa: La supresión de impuestos propuesta por un partido es subir el mínimo a partir del cual se contribuye, con lo cual beneficiaría justamente a ese segmento más humilde.
Gabriel, «creo» que la reducción de impuestos debe ser gradual, y que con las necesidades que todavía tenemos por cubrir (educación, sanidad, desigualdad, etc…) no creo que el hecho de que entren menos impuestos a las arcas del estado sirva para mejorar la vida de los que menos tienen, aunque les quites algunos impuestos, que es posible que en términos absolutos suponga bastante poco.
Ahora bien, estaría de acuerdo en subir ese mínimo al que te refieres si a los que más tienen se les gravara más, para que al final lo que entra por impuestos no disminuya.