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Ayer la banda terrorista ETA, en un comunicado histórico anunciaba el abandono de la lucha armada. Han sido 43 años de violencia sin sentido, 829 víctimas asesinadas, 46 secuestrados, 2.000 heridos, 41.650 amenazados y un país entero extorsionado.
Me habría gustado que los terroristas hubiesen pedido perdón a las víctimas, que hubiesen entregado las armas, que hubieran anunciado su disolución, pero aún así estoy feliz. Sabemos que el partido no ha terminado, pero ganamos por varios goles y acabamos de marcar un golazo, ¡podemos celebrarlo!.
A pesar de la alegría por el anuncio del fin de la violencia no nos olvidamos, ni nos olvidaremos nunca, de las víctimas asesinadas por ETA ni de sus familiares y amigos que sufren su pérdida.
Por último, recordar que todavía queda trabajo por hacer, pero tenemos que cerrar las heridas sin olvidar, sin renunciar a la verdad, reflexionando porqué hemos tardado tanto en llegar a este punto, y diferenciando la línea entre la justicia y la venganza.