Paola y Marcelo viven en Alfafar, un pueblo humilde de Valencia, y tienen dos hijas de 3 y 7 años. Si nadie lo evita, en unas semanas estarán en la calle y podrían perder la custodia de sus niñas.
Hace unos años Paola y Marcelo compraron un piso en el Parque Alcosa en Alfafar, Valencia, mediante una hipoteca con el Deutsche Bank. La opción que el banco les ofreció, como a otros miles de personas, fue una hipoteca con avales cruzados: Paola avalaba a su hermana y ésta a Paola. Lo que el Deutsche Bank no les explicó fue lo que pasaría en caso de no poder pagar los vencimientos: la hermana de Paola ya ha sido desahuciada y a Paola le reclaman una deuda de 70.000 euros por su piso y 40.000 más por el piso de su hermana.
El banco embargó la vivienda de la familia y la subastó el 28 de octubre, adjudicándosela a sí mismo a precio de ganga (el 60 % del valor de tasación). Ahora el Deutsche Bank puede volver a vender esa vivienda haciendo un triple negocio, a costa de arruinar la vida de una familia humilde.
Paola, su marido y sus hijos no tienen donde irse a vivir. Si no tienen una casa, los servicios sociales le quitarán la custodia de sus hijas de 3 y 7 años. Y además deberán seguir pagando la deuda de 110.000 euros al Deutsche Bank, una deuda que los condena a la pobreza de por vida.
Sus vecinos se han movilizado para ayudarles. Paola y Marcelo son personas honradas que han tenido la desgracia de quedarse sin empleo. Mientras, el Deutsche Bank anuncia beneficios de más de 4.000 millones de euros en 2011.
Ayuda a evitar que Paola y Marcelo pierdan a sus hijas. Pídele al Deutsche Bank que encuentre una solución, saldando la deuda de Paola y Marcelo con la entrega de la vivienda y alquilándoles la misma a un precio asequible.