Aún con la resaca de la ¿celebración? del 60 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, desayunamos con la noticia de que Israel ha expulsado de su territorio a Richard Falk, relator especial de Derechos Humanos de la ONU, usando como excusa las críticas realizadas por este señor a Israel debido al tratamiento que recibe la población palestina en la franja de Gaza. Parece que al gobierrno de Israel no le gusta que se use la libertad de expresión cuando se trata de defender a la población palestina.
Yo me pregunto qué pasaría si esta acción hubiese sido hecha por países como Cuba o Venezuela, posiblemente saldría en todos los telediarios y se criticaría (con razón) en gran parte de las editoriales de los principales periódicos españoles. Todavía no he visto el telediario ni he leído las editoriales de los periódicos, pero mucho me temo que después de hacerlo no voy a cambiar de opinión. Pareciera que para medir el grado de incumplimiento de los derechos humanos se debe tener en cuenta el país que lo comete y la población que lo sufre, y cuando el agresor es Israel y la víctima la población palestina se produce una significativa atenuación del mismo.
Deberían informarse sobre la permanente violación de la tregua entre Israel y el grupo terrorista Hamas por parte de este último, con el lanzamiento continuo de cohetes sobre ciudades israelíes. La tregua acaba mañana a las 5 de la mañana hora española, y Hamas ha dicho que no la renueva (es decir, ya no serán sólo cohetes, sino atentados suicidas, etc.). Respecto al Relator, había comparado el conflicto israelí-palestino con el Holocausto. Ya me dirán qué tiene ese hombre en la cabeza y qué se riedad podría tener su informe. Lean esto y otras cosas en http://www.aurora-israel.co.il/
Gabriel, pensaba responderte con calma, pero me parece que los acontecimientos actuales son lo bastante contundentes y sirven como respuesta, además la tristeza que siento después de todo lo que está pasando me quitan las ganas de debatir.