Esclavitud en el servicio doméstico

El servicio doméstico constituye el sector más complejo para identificar las condiciones de esclavitud, seguramente habrás sido testigo de situaciones como las que se reflejan en el vídeo anterior. La carencia de prestigio social de esta ocupación y su desconsideración como un verdadero trabajo ha creado una demanda de mano de obra en el sector cada vez más cubierta por personas inmigrantes, tanto a través de contratación en el país de origen como de la inmigración irregular ya existente en España.

En cuanto a los tipos de explotación y de coacción a los que están sometidas estas víctimas de trata para explotación laboral en el servicio doméstico se han detectado los siguientes casos:

  • Sueldos inferiores al establecido legalmente. Se han detectado casos de sueldos inferiores a 100€ para más de 15 horas de trabajo diarias y tareas múltiples.
  • Imposición de horarios excesivos, con jornadas de hasta 16 horas diarias, o disponibilidad durante las 24 horas en casos de internas.
  • En casos de retribución en base del salario mínimo interprofesional, no se abonan las horas extraordinarias con lo cual el sueldo real por hora trabajada es mucho menor que el previsto.
  • Trabajo sin pago.
  • Retención de la documentación de la víctima.
  • Restricción de movimiento libre de la empleada, con víctimas encerradas en la vivienda, sin posibilidad de salir.
  • Amenazas y agresiones físicas, maltrato y agresiones sexuales.
  • Maltrato psicológico, desprecio hacía la empleada, gritos constantes incluso por parte de los niños a su cargo.
  • Negación de asistencia médica. Cobro de comisiones excesivas, incluido el gasto del billete de llegada a España, gastos de médico etc.
  • Negación de darle comida, o comida en base a los restos que dejaba la familia.
  • Amenazas de informar a sus familiares que está ejerciendo la prostitución en España.
Si conoces algún caso similar, NO TE CALLES, denuncialo.
Más información aquí.

¡Pongamos fin a los paraísos fiscales!

Aunque la evasión y la elusión de impuestos tienen graves consecuencias en todo el planeta, en el caso de los países más empobrecidos, condenan a su población a perder miles de millones de dólares de potenciales ingresos tributarios que podrían usarse para combatir la pobreza.

Hay que actuar sobre las causas estructurales de la pobreza, y no sólo sobre sus consecuencias. Por ello InspirAction pide en su nueva campaña de concienciación y movilización ciudadana, que los líderes que se reunirán en junio en México en la próxima cumbre del G20 tomen medidas urgentes contra estas prácticas: los paraísos fiscales deben ser obligados a compartir la información necesaria para luchar contra el fraude fiscal, y las empresas multinacionales deben informar, país por país y proyecto por proyecto, sobre los impuestos que pagan y los beneficios que obtienen en cada país en el que operan.

En un mundo donde las empresas poco éticas se permiten esquivar impuestos sin sufrir por ello ningún tipo de consecuencia, las naciones más empobrecidas están perdiendo miles de millones de dólares de potenciales ingresos tributarios que podrían usarse para financiar el bienestar de su población. InspirAction estima que los países en desarrollo pierden 160.000 millones de dólares al año por la evasión y la elusión fiscal.

Los impuestos que pagan las grandes empresas que obtienen beneficios en estos países, ayudarían a financiar escuelas y hospitales, y a contar con el apoyo financiero para invertir en un desarrollo sostenible. Con estos ingresos, los países empobrecidos podrían, por ejemplo, invertir en energía limpia en lugar de depender de combustibles fósiles, cuyo uso agrava el cambio climático y por lo tanto las condiciones de vida de su población.

Con la Campaña “Viajes Paraíso” InspirAction pide a Mariano Rajoy que use toda su influencia para que los líderes mundiales que se reunirán en México en junio, en la cumbre del G20, se comprometan con firmeza a luchar contra la evasión fiscal, uno de los principales impedimentos para que muchos países salgan de la pobreza. El G-20, tiene el poder para hacer realidad sistema financiero global más transparente, que evite que ciertas multinacionales aprovechen resquicios legales para dejar de pagar los impuestos que deberían en los países pobres.

En noviembre de 2011, la presión social ejercida sobre el G-20 logró que se dieran pequeños pasos hacia el fin a la evasión de impuestos. Estos pequeños pasos deben ahora convertirse en medidas concretas que supongan cambios reales. ¡Esta vez, hay que pasar de las declaraciones de buenas intenciones a la acción!

Las palabras no son suficientes. Es necesario actuar. Pide a Mariano Rajoy  y al resto de líderes del G20  que se asegure de que la voz de las personas más pobres se escuche en la  cumbre del G-20.