El derecho a la vivienda es un «derecho» reconocido en las constituciones de muchos países, entre ellos en el nuestro en su artículo 47, pero en la práctica es papel mojado como podemos ver día a día en los medios de comunicación o en las puertas de las inmobiliarias al ver los precios de los pisos.
Distintos colectivos sociales se han organizado para luchar porque este «derecho» sea real y efectivo. Pues bien en Francia la organización Los Hijos de Don Quijote han conseguido que los franceses puedan exigir judicialmente una vivienda al estado desde 2012. ¡A ver si toman nota aquí!.
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Rafael del Castillo