Hace bastante tiempo los gobiernos de los países «civilizados» construyeron un marco legal «civilizado» que garantizaba una serie de derechos humanos a las personas detenidas por cualquier acción. Este marco legal impide prácticas como la tortura, vejaciones a prisioneros, tratos inhumanos, etc, etc… propias de países y dictadores que hoy todo el mundo repudia por convicción, por oportunidad o por moda.
Ante esto algún(os) gobierno(s) piensa(n) que esta «cantidad de derechos» que adquieren los detenidos les hace perder eficacia a la hora de obtener información de los mismos ya que un juez tiene que autorizar la detención, hay que tener pruebas, no pueden coaccionarlos a dar ciertas informaciones en los interrogatorios (esta es la forma civilizada de llamar a la tortura), tienen que tener un abogado presente que vele por los derechos del detenido, etc… Y se plantean llevarse a estas personas a un limbo jurídico donde estas normas no les sean de aplicación, y a este limbo le vamos a llamar…. Guantánamo.
Pero no sólo les basta con adulterar el principio y la humanidad de estas normas escudándose en su letra pequeña, ahora toca llenar Guantánamo de gente, que para eso cabe mucha, ¿cómo lo hacen?, es complicado porque no pueden pedir permiso a un juez para «detener» a alguien llevandoselo a un sitio donde le puedan hacer lo que quieran sin que el juez pueda decir nada. Lo mejor es secuestrarlos, meterlos en un avion y llevárselos. Da igual que sea en el propio país, en el de al lado o al otro lado del Altántico, pero que no se entere nadie (al menos mientras se produce el «secuestro»).
Al final sabemos que en Europa hubo estos secuestros, hubo cárceles secretas e ilegales, y un total de 1245 vuelos ordenados por la CIA desde aeropuertos europeos con gente secuestrada (algunos que pasaban por allí) y con destino Guantánamo. En España hubo 68. Los gobiernos europeos, incluído el nuestro, lo sabían pero miraron para otro lado, ¿quien le va a decir algo al primo de Zumosol?. Yo tenía la esperanza después de que las tropas españolas salieran de Irak que nosotros eramos capaces, pero veo que me equivoqué.
Siento verguenza y un olor nauseabundo después de leer todo lo referente a la actitud de los gobiernos europeos en todo este asunto, incluído el nuestro, por supuesto, que ahora no ve conveniente crear una comisión de investigación que aclare el papel que hemos jugado por acción u omisión en todo este escándalo, ¿porqué? ¿miedo a la verdad y a la transparencia?.
Todos los responsables de este episodio indignante por acción u omisión consciente siguen en el poder, seguirán y he perdido la esperanza de que sean alguna vez juzgados por alguien o algo distinto de la Historia.
Rafael del Castillo.