Se llama María, tiene 92 años y vive de alquiler, el propietario no le deja usar el ascensor porque no ha contribuído en la financiación del mismo, además no le activan el telefonillo ni le arreglan las goteras del piso. En la noticia apuntan que el problema puede deberse a que el hijo de María tendría derecho a seguir con el contrato de alquiler una vez que su madre fallezca y por eso, le exigen que renuncie por escrito a seguir en esa casa.
A consecuencia de todo esto María lleva ya dos años sin salir a la calle. Y digo yo, ¿cómo es que nuestro sistema legal no actúa contra semejantes maldades contra personas que no pueden defenderse? ¿es que no se puede o es que no se quiere?.