Inmigrantes del siglo XXI ¿=? Indios del siglo XVI

El genial MEL describe con humor y crudeza la semejanza entre «este mandatario» español del siglo XVI que considera a los «indios» americanos salvajes «subhumanos» sin alma, por tanto sin derechos, y «este político» español del siglo XXI, que «sin decir» que los inmigrantes no tienen derechos, en el trato otorgado a los mismos carecen de ellos.

Imagino que estaremos todos de acuerdo en que el primer personaje representa el pensamiento de los mandatarios de entonces, pero y el segundo, ¿representa el de los políticos de hoy?.

Parece que en España, y en Europa, queremos mucho a los inmigrantes cuando son buenos para los «intereses nacionales» porque son necesarios para impulsar la economía haciendo trabajos que los demás no queremos hacer y por sueldos que tampoco estaríamos dispuestos a cobrar o porque le viene bien a nuestro sistema de pensiones, por ejemplo.

Sin embargo, cuando los vientos cambian, nos olvidamos que esos inmigrantes son personas que en su mayoría acuden a Europa huyendo del hambre, de las guerras y de las miserias que en la mayoría de los casos hemos provocado desde Occidente, y para resolver el «marrón» echamos mano de la legislación vigente, hecha para apoyar al inmigrante cuando este apoyo sea bueno para los «intereses nacionales» usando indicadores basados en la economía de mercado y para «patearlo» cuando no lo sea.

Y ahora, en este contexto de crisis económica, parece que no basta con una legislación que no trata a los seres humanos como iguales y que cierra los ojos ante las causas de esta tragedia. Parece que es necesario endurecer aún más la ley, y se pretende transformar Europa en una gran fortaleza inexpugnable que usa medios desproporcionados para impedir su acceso y expulsar a los «sin papeles», aunque esto suponga un retroceso en materia de derechos humanos. Este proyecto legislativo tiene un nombre: LA DIRECTIVA DE LA VERGÃ?ENZA.

Esta directiva de la vergüenza pretende, entre otras cosas, una detención que puede alcanzar hasta 18 meses para personas cuyo único delito es querer vivir en Europa, y una prohibición de 5 años antes de volver a Europa para todas las personas expulsadas transformando a los «sin papeles» en delincuentes que deben ser excluidos.

Desde este blog nos sumamos a la campaña en contra de esta directiva y te animamos a que te adhieras con tu firma.

Para estar más informado te recomendamos:

 

¡No a la directiva de la vergüenza!
Llamamiento a los parlamentarios europeos

En el mes de mayo de 2008, un proyecto de Directiva sobre la detención y la expulsión de las personas extranjeras será presentado al Parlamento Europeo.

A partir de 1990, la política europea llevada a cabo por los distintos Gobiernos en materia de inmigración y de asilo ha conducido a una reducción continua de las garantías y protecciones fundamentales de las personas. Europa se transforma en una fortaleza atrancada e implanta medios desproporcionados para impedir el acceso a su territorio y expulsar a los extranjeros sin papeles.

El proyecto de Directiva de Retorno, si se lleva a cabo, constituiría una nueva regresión.

Al prever una detención que puede alcanzar hasta 18 meses para personas cuyo único delito es querer vivir en Europa, este proyecto implica en si mismo una lógica inhumana: la generalización de una politítica de encierro de los extranjeros que podría así convertirse en el modo normal de gestión de las poblaciones migrantes.

Al establecer una prohibición de 5 años antes de volver a Europa para todas las personas expulsadas, este proyecto de Directiva estigmatiza a las personas sin papeles y los transforma en delincuentes que deben ser excluidos.

Por primera vez en este ámbito, este proyecto de Directiva será gestionado con un procedimiento de co-decisión entre el Parlamento Europeo y el Consejo de Ministros. El Parlamento tiene por fin la posibilidad de poner término a esta política regresiva que va contra los valores humanistas que constituyen la base y la fuerza del proyecto europeo.

Los parlamentarios europeos tienen hoy una responsabilidad histórica: reaccionar para impedir que Europa caiga de nuevo en una época oscura de segregación entre nacionales e indeseables, a través de la sistematización de los centros de internamiento y del alejamiento forzado.

Solicitamos a los parlamentarios europeos para que asuman sus responsabilidades y rechacen este proyecto.

Una de inmigrantes…

En esta semana la inmigración ha entrado de lleno en campaña electoral, y se están lanzando afirmaciones y propuestas por parte de algunos políticos que no quiero calificar por estar casi en campaña electoral, no vaya a ser que alguien nos acuse de participar en la misma, y como estamos en un instituto público mejor que seamos cuidadosos. Me limitaré a copiar y pegar algunas de estas afirmaciones y propuestas junto con alguna contrarréplica (no mía) provocadas para que el lector juzgue por sí mismo. Sólo añadiré que no sé lo que me preocupa más, si quien dice lo que dice que lo haga porque lo piensa, o porque es una maniobra de ingeniería política para captar votos de cierto sector de la población.

  • Algunas razones para cambiar las leyes relativas a la inmigración:
    • «Aquellos camareros maravillosos que teníamos, que le pedíamos uno cortado, un nosequé, mi tostada con crema, la mía con manteca colorada, cerdo, y a mí uno de boquerones en vinagre y venían y te lo traían rápidamente y con una enorme eficacia» (Arias Cañete).
    • «Hemos hecho un esfuerzo de acogida a inmigrantes que han sido positivos para el crecimiento económico, de baja calidad, cierto es, pero crecimiento económico» (Arias Cañete).
    • El colapso en las urgencias de los hospitales se debe a que los inmigrantes han descubierto «la grandeza del sistema sanitario español». «Alguien que para hacerse una mamografía en Ecuador tiene que pagar el sueldo de nueve meses, viene aquí a urgencias y tarda un cuarto de hora» (Arias Cañete).
    • «Hoy sabemos que en España se ha incrementado la delincuencia más de 20 puntos desde que gobierna Zapatero» (Ignacio Astarloa).

    No más violencia contra las mujeres inmigrantes

    Con motivo de la celebración del Día Internacional Contra la Violencia de Género, Amnistía Internacional pone en marcha a través de su página web una ciberacción dirigida a la Vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega en la que se le pide que el Ejecutivo tome las medidas necesarias para que se garantice el acceso de las mujeres inmigrantes a los recursos especializados de asistencia a las víctimas de género, a aquellos que puedan facilitar su autonomía económica, y al acceso a la justicia.

    Desde este blog te pedimos tu participación en esta ciberacción.

    ¿Quien se come el «marrón»?

    Cada vez que naufragan personas africanas, asiáticas, y de países pobres en general (a las que la prensa llama «inmigrantes» sin más) se da la circunstancia de que los países cercanos al naufragio no se quieren comer el marrón de tener que acogerlos, curarlos, darles asilo (aunque sea temporal), etc… y se producen duras negociaciones para «repartirse» la carga humana del barco, aunque ello implique que un conjunto de personas estén hacinadas indefinidamente en un barquito más frágil que el papel en medio del mar.

    Precisamente eso está pasando ahora en Malta donde 26 norteafricanos esperan que los diplomáticos decidan si estaban en aguas de Libia o de Malta, para que asuma el marrón el dueño del trozo de mar donde sucedió la tragedia, o como pasó con Mauritania y el Marine I, o el año pasado de nuevo con Malta y 51 subsaharianos. Aunque a veces «esperando un poco» el problema se arregla sólo, porque el barco se hunde y «muerto el perro se acabó la rabia».

    Sin embargo, si las personas que naufragan, en vez de ser pobres, de piel tostada, con poco dinero, sin papeles buscando nuevas oportunidades y un futuro con un poquito de esperanza, fuesen europeos o norteamericanos de piel bronceada con rayos uva (o sin broncear) que están haciendo un crucero de placer para quitarse el stress de esa vida a la que no dejamos acceder a las 3/4 partes de la población mundial, «otro gallo cantaría», ¿verdad?.

    Actualización 30-5-07: Después de más de una semana en el barco los 26 norteafricanos son rescatados.

    «Vergonzosa la actuación del Gobierno con los inmigrantes del Marine I»

    desembarco inmigrantesAsí califica SOS Racismo la manera de actuar del Gobierno español con los inmigrantes del barco que se estropeó cerca de Canarias y estuvo frente a las costas de Mauritania bastantes días sin que pudieran desembarcar. España y Mauritania tuvieron una larga discusión para ver quien se comía el marrón. Graves acusaciones las que lanza SOS Racismo que de ser ciertas indican violaciones de la normativa internacional y contradicen el «talante solidario» que muestra (o quiere mostrar) nuestro Gobierno con el problema de la inmigración.

    Rafael del Castillo.

    Miradas

    emigrantes

    Tengo sobre la mesa cinco fotografías.

    En la primera, un adolescente imberbe y de piel morena, con los ojos abiertos y asustados, sobre la cubierta de un barco donde se hacinan decenas de personas igual que él, parece comerse con la mirada el muelle del atracadero y la pared encalada sobre la que señorea un letrero rojizo: â?? Zona portuaria. Prohibido el paso a toda persona ajena al lugarâ?.

    En la segunda un veinteañero de barba poblada deja caer su tristeza entre las púas de la alambrada que lo rodea, mientras que a los lados y al fondo centenares de siluetas lo imitan y de la masa sólo toma cuerpo la mujer enlutada que intenta amamantar a su hijo. Delante, soldados magrebíes dirigen sus fusiles hacia ellos.

    La tercera es de una pareja, que posa entre pudorosa y alegre bajo un cartel de un idioma desconocido y él la coge tímidamente de la cintura mientras ella no pierde de vista la maleta, cartón con los cantos reforzados, que encierra todas sus pertenencias.

    En la siguiente se ve una calle sin asfaltar donde una mujer cuarentona, oronda y dichosa, rodeada por seis niños y niñas de edades consecutivas, posa ante la puerta de una casa a la que se le nota el remozado y los arreglos en forma de azulejos de cuarto de baño recorriendo la fachada.

    La última muestra a un coche blanco, de aspecto cochambroso, rebosando cuerpos y cabezas, con la baca llena de cachivaches, serpenteando por una carretera infernal, sin arcén ni rayas pintadas, en el calor de agosto.

    La primera la firma Sebastián Marrero, canario y está fechada en marzo de mil novecientos veintidós, en un puerto sin especificar de Venezuela, al que acaba de llegar ,como lo han hecho antes centenares de miles de paisanos, en barcos insalubres que rebosan desesperanza y piojos, huyendo del hambre y, en su caso, de un reclutamiento que lo pueda llevar a la guerra de África tras el desastre de Annual.

    El joven barbado de la segunda es el cordobés Luis Pulido durante su estancia, mil novecientos treinta y nueve, en el campo de concentración francés de Saint-Cyprien, donde inicio su exilio de â?? español de éxodo y llantoâ? tras la derrota del gobierno legítimo de la República en la guerra civil. La anónima mujer enlutada perdió el hijo como lo hicieron tantas madres que sin saber poesía, saborearon que sus hijos también estaban â??en la cuna del hambreâ?.

    La pareja de la maleta acartonada, él con el traje de boda, ella con el abrigo de falso astracán que le regaló la señora al hacer limpieza del armario, se llamaban José y Rosario y posan bajo el letrero de la estación de Utrecht, al que un destino, año mil novecientos sesenta, en forma de amigo avispado los ha arrastrado. Son egabrenses e ignoran que sólo volverán a su tierra de vacaciones y que sus hijos serán holandeses aunque ellos se mueran sin terminar de comprender el idioma.

    En la cuarta, remitida desde Jódar (Jaén), María desea trasmitirle a Juan que sus diez meses de albañil en Ginebra, cada año desde mil novecientos sesenta y dos , merecen la pena y que ahí están los seis hijos, fabricados en cadena, todos nacidos en mayo y la casa de la que sólo se ven los azulejos , siendo una lástima no haber â??retratadoâ? el cuarto de baño, primero del barrio con ducha y bidé, para demostrarlo.

    La quinta es de la familia del orensano Julián Piñeiro, mil novecientos sesenta y nueve,a punto de llegar a la perdida parroquia del consejo de Leiro, donde aún vive la abuela, después de haberse zampado de un tirón la distancia entre Dusseldorf y Galicia.

    Las fotografías se pueden barajar, intercambiando fechas y nombres , pero de todas ellas emerge la mirada de angustia y rabia ante la realidad y el deseo de ganarle el pulso al destino, para que ese niño , presente o entrevisto en algunas esquinas, alcance un futuro mejor y más digno.

    Sebastián, Luis, José, Rosario, María, Julián…intuían que merecía la pena luchar. Lo que no podían imaginar es que sus biznietos, nietos e hijos, a la vuelta de la esquina, al descubrir en otros las miradas que un día no tan lejano tuvieron sus antecesores, iban a levantar el meñique, fruncir el ceño como si estuviesen oliendo mierda e inventarse una nueva historia en la que sus antepasados fueron, como mínimo, íntimos de la duquesa de Alba.

    Juan Rivera Reyes

    EL JARDÍN DEL EDÉN. Extraños en el Paraíso

    jardin

    En la mayor parte de las ciudades y pueblos existen espacios verdes -parques y jardines- que la iniciativa municipal cuida y mejora. Con el paso ligero que lo cotidiano impone los cruzamos deprisa, a veces con miedo, sin detenernos a observar. Nos cuesta prestar atención a sitio alguno que no gravite alrededor de nuestro propio ombligo. Pero es allí, entre árboles centenarios de estudiado pedigrí, fuentes cantarinas, escuálidas palomas y padres que se afanan por entretener la corta edad de sus hijos en donde encontramos, apartados y olvidados, a los nuevos moradores del Jardín.

    Sin los privilegios de las aves migratorias que como ciudadanas del mundo vuelan libres y pueden cruzar los mares hasta llegar a una tierra que les permita completar su ciclo vital, nuestros inmigrantes, porque son nuestros pese a quién pese, han llegado hasta aquí -al menos muchos de ellos-, después de la insoportable espera que les ha llevado a exponer su vida, en un intento suicida por superar la terrible prueba que la corrupta política de sus países de origen y las trabas burocráticas de los que no sabemos qué hacer con ellos les hemos impuesto.

    Tras llegar con vida y sortear los posibles controles por parte de los que aguardan en la puerta se empeñan en conquistar el Edén, ese paraíso del que tanto han oído hablar pero que nunca han visto. En él, las fuentes son manantiales de oro y los estanques se cubren con un grueso manto de fría plata. Aunque la tarea es difícil, de su esfuerzo depende la propia vida y la de los suyos, que con expectación y desasosiego esperan al otro lado.

    A pesar de la lucha sobrecogedora y diaria por merecer el paraíso, éste se niega a bendecir con sus bienes a quienes son considerados como meros intrusos, sin mas derecho, que el de recoger el maná que cae descuidadamente de los abultados bolsillos de quienes nos consideramos sus legítimos herederos, de los que hemos amueblado el paraíso propio expoliando el de los demás.

    Cansados y rotos, pero todavía con la ilusión y esperanza de los que ya nada esperan, encontramos a éstos guerreros de lo imposible en la parte mas sombría de nuestros jardines, en el rincón menos accesible, allí en donde nuestra inquisidora mirada no pueda herirles.

    Sólo confían su terrible secreto a los que en arriesgados vericuetos y sin miedo se acercan a ese trozo del paraíso que se les ha permitido ocupar y en donde son los amos. «Gente no sabe nada, ahora tú sabes todo» dice el más altivo mientras con su mirada vidriosa e implorante te atraviesa el corazón.

    Te despides de ellos y caminas dándole la espalda, con el paso lento del que quiere huir sin hacerse notar. Impotente, pero ya en tu casa, te dejas llevar por la indolencia que nos procura el bienestar de nuestra sociedad, piensas que todo han sido sueño, un mal sueño, que tú nunca estuviste en ese rincón olvidado del Jardín.

    Sin embargo, los más pobres de los pobres, los inmigrantes sin papeles, sin dinero, sin familia, sin amigos, con el cielo como único techo protector permanecen al margen de nuestras vidas y ajenos a nuestra solidaridad de salón.

    Benito Vaquero.

    [versión francesa] por Margarita Chamorro