Esta madrugada nos dejó Vicente Ferrer, un hombre excepcional que dedicó su vida a luchar por los más pobres. Desarrolló actividad principalmente en La India, donde ha ayudado a más de dos millones de personas y por lo que ha recibido numerosos galardones.
En 1952, llega a Mumbai (Bombay) como misionero jesuita y desde ese momento dedicará su vida a trabajar para erradicar el sufrimiento de los más pobres de ese país, a pesar de las dificultades por los recelos despertados entre las clases dirigentes, económicas y políticas, que veían en su labor una amenaza. En 1996 crea la Fundación Vicente Ferrer para asegurar la continuidad económica de los proyectos en la India.
Desde aquí nuestras codolencias a su familia y amigos.
He declarado la guerra al dolor y al sufrimiento y he firmado un compromiso de paz: Contribuir a la unidad entre las naciones y los pueblos – Vicente Ferrer
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Es curioso que la jerarquía eclesiástica, a la que tanto le preocupa la investigación con células madre, cuando la única finalidad de estas investigaciones es mejorar la vida de las personas, y la vida embrionaria, en el caso del aborto, que es un derecho de la mujer reconocido en la mayoría de los países de Europa, aún, que yo sepa, no haya dicho nada sobre este misionero jesuita que entregó su vida a luchar por los más pobres. Habrá que pensar que le interesan más sus dogmas, sus verdades absolutas, que la realidad de millones de personas que tienen doficultades para vivir en el mundo.