Gracias a la presión de las ONG’s y de la blogosfera se ha conseguido que el Gobierno español se comprometa a promover y apoyar iniciativas «que tengan por objetivo la restricción y, en su caso, la prohibición de las bombas de racimo, especialmente peligrosas para las poblaciones civiles».
Ya hemos hablado en este blog de las bombas de racimo, de la pesadilla que supone para la población civil (el 98% de las víctimas de este armamento son civiles) y de la alta tasa de error al detonar contra el suelo, que hace que junto a sus llamativos colores y formas sean confundidas con objetos para jugar por parte de niños y niñas.
Es por tanto UNA GRAN NOTICIA por la que todos los colectivos que hemos luchado contra su fabricación DEBEMOS FELICITARNOS, pero…
España continuará fabricándolas, ¿cómo se entiende eso?, ¿por lo sustancioso que resulta a nivel económico? (en 2006 reportaron a nuestro país 845 millones de euros), ¿o tal vez para seguir dando sentido a gran parte de nuestras misiones de paz?, me explico: las exportamos, se usan en conflictos internacionales, y las que no estallen las desactivan nuestros soldados en misiones de paz, no lo entiendo.
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La respuesta a tu pregunta desde el blog de David de Ugarte:
Carles Campuzano, de CiU, considera que, aunque la enmienda no obliga automáticamente a suspender la producción de bombas de racimo, será polÃticamente insostenible comprarlas o exportarlas una vez que se reconozca, en el articulado de una ley, que son â??especialmente peligrosas para las poblaciones civilesâ?.
Lleva toda la razón, es como la ley del aborto, una forma legal indirecta de conseguir sacar adelante la propuesta sin ofender a nadie ni desautorizar públicamente a los halcones del análisis militar. Eso se llama â??una jugada de maestrÃa polÃticaâ?. Además la otra enmienda que hará que se vote el envÃo de armas si la oposión lo pide, convertirá en impresentable cualquier exportación de este tipo de armamento. Y si no se pueden exportar ni usar ¿para qué se van a fabricar?
Gracias por la aclaración Francisco, y ojalá sea como dice Carles Campuzano, pero no se… mi desconfianza ante las altas instancias me hacen dudar de si se trata de «una jugada de maestría política» para hacer inviable la fabricación o de otro tipo de jugada.
Por otra parte estaría muy bien desautorizar a esos halcones del análisis militar, ¿no crees?.
Como dije ayer en un comentario en mi blog, en la actualidad, en tiempo de redes, la palabra dada vuelve a valer. Porque la haremos valer.
Por otra parte me gustaría felicitaros, no había visto nunca un instituto con tantos y tan buenos blogs. ¡Ojalá todos fueran así!
Un abrazo.
Gracias por la felicitación, viniendo de ti es un honor.