Indonesia golpeada de nuevo

El País del sábado 28 nos dice:

«Los desastres naturales volvieron a azotar el pasado sábado a Indonesia. Más de 3000 personas murieron y varios miles resultaron heridas en la isla de Java a causa de un terremoto de magnitud 6,2 en la escala de Richter, que sacudió la zona central de la isla a las 5.54 hora local (cinco menos cuarto en España peninsular). Muchas familias abandonaron sus viviendas presas del pánico, ante el temor de que se produjera un tsunami, como el que en diciembre de 2004 causó 170.000 muertos y desaparecidos en el país. El temblor de tierra se originó a unos 40 kilómetros de la histórica ciudad de Yogyakarta, en cuyas proximidades el volcán Monte Merapi amenaza desde hace un mes con entrar en erupción.

La situación en la antigua capital de Indonesia es desigual. Mientras que los hoteles y las zonas turísticas no parecen muy afectados, muchas viviendas, sobre todo casas bajas de barro o ladrillo, han quedado dañadas o destruidas, y sus habitantes tienen pánico a volver a las mismas.

Heru Nugroho, portavoz del hospital Sardjito de Yogyakarta, afirmó que 1500 víctimas estaban siendo tratadas en el centro y que el servicio de emergencia estaba desbordado. â??Estamos cortos de agua y de fármacos. No tenemos camas y siguen llegando heridosâ?, añadió.

Por otro lado, en El País del martes 29 podemos leer que: â??las lluvias torrenciales de los últimos días y la interrupción del suministro eléctrico en la isla de Java añaden más sufrimiento a las 200.000 personas que se han visto desplazadas a causa del desastre, muchas de las cuales siguen a la intemperie. Mientras, el Gobierno indonesio declaró ayer el estado de emergencia durante tres meses en la zona que el pasado sábado se vió devastada por el terremoto que provocó más de 5.100 muertos y 20.000 heridos.

Aunque la ayuda de emergencia ha comenzado a ser distribuida, muchos supervivientes se quejan de que el reparto es demasiado lento y aún no han recibido nada. â??Es difícil conseguir comida, falta ayuda. No sé cuándo llegaráâ?, asegura Sutrisno, un vecino de Bantul, la población más afectada por el temblor de tierra. En las calles de esta localidad, que ha quedado reducida a escombros, la gente ha colocado carteles en los que pide ayuda y ha colocado recipientes para recolectar dinero.

El presidente indonesio, Susilo Bambang Yudhoyono, que desde el sábado se encuentra en la región para coordinar los trabajos, reconoció ayer que ha habido falta de organización y que la llegada de asistencia ha sido lenta. Por su parte, responsables gubernamentales cifran el número de personas que se han quedado sin hogar en 200.000, la mayoría de las cuales está viviendo en chozas o barracas cerca de lo que fueron sus viviendas, o en refugios improvisados en los arrozales. Otros se niegan a volver a sus casas, por temor a que se produzca un nuevo temblor.

Mientras tanto, los hospitales siguen desbordados, con miles de heridos, y los equipos médicos están agotados. â??La gestión de los desechos en los hospitales es crítica. Hay restos humanos por todos ladosâ?, dice John Budd, portavoz de Unicef. Gran parte de los fallecidos son niños y ancianos, que no tuvieron tiempo de escapar de los edificios cuando comenzaron a desplomarseâ?.

Por su parte la BBCMUNDO.COM afirma hoy martes 30, que un alto funcionario de Naciones Unidas, Charlie Higgins, involucrado en las labores de socorro a las víctimas del terremoto de Java, dijo que la ayuda que está llegando parece insuficiente, aunque destacó que aún continúan los problemas para acceder a los más necesitados, ya que la congestión de los caminos está provocando demoras.

Datos tomados de El País (sábado 28 y martes 30 de mayo).

María Sanjuán.

Un pensamiento en “Indonesia golpeada de nuevo

  1. Sinceramente, hay otros lugares mejor para vivir pero… ¿quién es el que ofrecera su casa para cobijarlos? Pues nada, tendran que volver a enderezar sus paredes, aunque solo sean por unos dias.
    Aunque hay que felicitar a todo aquel que trabaja para enviar ayuda. Somos pocos, pero se que cada uno de nosotros trabaja no solo con nuestra manos, sino tambien con nuestro coraje.

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